Onward

Onward (2020), dirigida por Dan Scanlon y producida por Pixar Animation Studios, es una película que combina fantasía y drama familiar en una historia emotiva sobre la pérdida, la hermandad y la autoaceptación. Ambientada en un mundo donde la magia ha sido reemplazada por la tecnología, la cinta sigue a dos hermanos elfos, Ian y Barley Lightfoot, en una búsqueda para completar un hechizo que les permitirá reencontrarse con su padre fallecido por un día.

Aunque Onward mantiene el estándar de calidad visual y emocional característico de Pixar, su recepción ha sido mixta. Si bien ofrece momentos conmovedores y un mensaje poderoso, algunos críticos y espectadores consideran que la película no alcanza el nivel de profundidad y originalidad de otras producciones del estudio.

Uno de los mayores aciertos de Onward es su tratamiento del tema de la pérdida. A diferencia de otras películas animadas que abordan la muerte de manera simbólica o indirecta, aquí se presenta de forma más tangible y realista. La relación entre los hermanos, marcada por la ausencia paterna, está construida con autenticidad y logra conectar emocionalmente con el espectador.

El desarrollo de Ian, el protagonista, es otro punto fuerte. A lo largo de la película, su viaje no es solo una travesía mágica, sino también un proceso de autodescubrimiento en el que aprende a confiar en sí mismo y a valorar la figura de su hermano mayor, Barley, como una presencia paterna en su vida. Este giro en la historia, donde Ian se da cuenta de que siempre ha tenido una figura de apoyo en su hermano, es uno de los momentos más conmovedores de la película.

En términos de animación, Pixar demuestra nuevamente su capacidad para crear mundos visualmente atractivos y detallados. La ambientación de Onward, que mezcla elementos clásicos de la fantasía con un entorno suburbano moderno, es creativa y refrescante. Además, la película está cargada de referencias a los juegos de rol y la mitología fantástica, lo que la hace especialmente disfrutable para los fanáticos del género.

Uno de los principales señalamientos hacia Onward es su falta de impacto en comparación con otras películas de Pixar. Si bien la historia es emotiva y efectiva, no alcanza la profundidad emocional de cintas como Coco o Up, ni la complejidad narrativa de Inside Out. La trama, aunque bien ejecutada, sigue una estructura bastante predecible y no ofrece giros especialmente innovadores.

Asimismo, el mundo en el que se desarrolla la historia, aunque visualmente atractivo, no se explora con la profundidad que podría esperarse. La idea de una sociedad donde la magia ha sido reemplazada por la tecnología es interesante, pero la película no profundiza en sus implicaciones ni en el contraste entre ambos elementos.

Otro punto que ha sido cuestionado es la falta de un villano fuerte o de un conflicto más elaborado. Aunque la película se enfoca en el crecimiento personal de Ian, la ausencia de un antagonista claro o de una amenaza más definida puede hacer que el desarrollo de la historia se sienta menos tenso o emocionante en comparación con otras películas de Pixar.

Onward es una película conmovedora y bien ejecutada que ofrece un mensaje poderoso sobre la familia y la autoaceptación. Aunque no se encuentra entre las películas más innovadoras de Pixar, logra emocionar gracias a la relación entre los hermanos protagonistas y su tratamiento sensible del duelo. Su combinación de aventura, humor y momentos emotivos la convierten en una experiencia disfrutable, aunque quizás menos memorable que otras grandes obras del estudio.

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